Un viaje al inconsciente del escritor Andrés Caicedo

Balada para niños muertos’ pone en pantalla a Andrés Caicedo y su estilo “gótico tropical”, o ese remix de alta cultura y la caleñidad al soco. Un homenaje a Caicedo y al cine de Cali. Un pensarnos en imágenes a la colombiche. Corra, vaya a verla y saque sus conclusiones.

Andrés Caicedo es nuestro ícono literario (Qué viva la música), audiovisual (imaginó la diversidad de las imágenes) y el mito que nos espejea como universales desde los sabores caleños.

Caicedo con Luis Ospina y Carlos Mayolo entre otros, crearon Caliwood, un estilo singular de hacer las imágenes y un modo de narrar obsesionado con la búsqueda estética que perdura hasta nuestros días y ha convertido a Cali en la ciudad del cine en Colombia.

Jorge Navas, uno de los hijos de Caicedo y Caliwood, hace esta película para contarnos y mostrarnos amorosamente quién era y cómo Andrés Caicedo imaginaba sus mundos. Esta película es un remix o collage hecho de fragmentos del cine inspirado o hecho por él, sus textos, sus obsesiones, sus frustraciones, sus vidas.

Balada para niños muertos es poderosa en lo visual, juega entre el documental y el ensayo audiovisual. Hay mucho para ver, sentir, aprender, admirar e inspirar. Verla es habitar el mundo de Andrés Caicedo. Admira uno esa potencia creativa de este muchachito que vivió 25 años, sufre uno con sus obsesiones, hay angustia ante tanto talento. Después de verla, como dice Patricia Restrepo en la película, ¡es imposible no quererlo!

Todo está relatado por un ‘casting’ espectacular. Todos maestros con los que siempre se aprende, como Luis Ospina y los otros del parche Caicedo como son Sandro Romero Rey, Óscar Campos, Ramiro Arbeláez, Eduardo Carvajal, Guillermo Lemos Jaime Acosta…. Y Rosario y Victoria, las hermanas de Andrés, y su afecto Patricia Restrepo.